Hace algunos años, y luego de mucho tiempo trabajando en el parque, sin poder lograr un encuentro cercano con esta ave. Tenía cada vez mas curiosidad y ansiedad por un encuentro con este personaje, del que muchos hablaban, quería comprobar si lo que oía en todos esos relatos era cierto. Luego de mi primer encuentro, con el que bautice como “El pequeño gran valiente”, comenzó mi fascinación por esta especie y casi sin darme cuenta los encuentros y fotografías se fueron multiplicando y cada vez los momentos se volvieron más extraordinarios. Momentos como el de este último encuentro, que una vez mas ocurrió en el Parque Nacional Torres del Paine, sector del Lago Grey. Nos encontramos a este amiguito posado en un poste, llamando la atención con sus curiosos movimientos, miradas y su actitud calmada y despreocupada. Al parecer a esta pequeña “estrella” no le importaba la presencia de tal cantidad de personas y se dio el lujo, de deleitar, por un largo tiempo, a todos los presentes. Luego de este tiempo, sin previo aviso y con una velocidad asombrosa, se lanzó hacia los matorrales donde le perdimos la pista. Pensando que se había aburrido de “posar” para nosotros comenzamos a alejarnos. Pero después de unos minutos, volvió a aparecer, y esta vez nos entrego una imagen; fuerte para algunos, increíble para otros (después de todo, así es la naturaleza). Nuestro amigo salió de los matorrales con un ratoncito (que aun vivía) entre sus garras, se poso un par de segundos más, como exhibiendo su presa para “terminar la sesión” y luego, simplemente desplegó sus alas y se fue a disfrutar de su presa. … La luz perfecta y el fondo negro, aportado por la pared de una construcción, hicieron lo suyo y me permitieron obtener esta imagen. Comparto este fotorelato que se que muchos disfrutan y me despido hasta la próxima, no sin antes seguir agradeciendo las experiencias que día a día vivimos en #Patagonia. Para los que le interese, les dejo también un poquito de información sobre esta sorprendente ave. El Chuncho (glacidium nanum), es un ave que vive en Argentina y Chile. En estado adulto mide alrededor de 20cm. y su hábitat está en las llanuras de la costa chilena desde Atacama hasta Tierra del Fuego. A pesar de ser voraz es muy confiado, acecha a sus presas, inmóvil desde lo alto. Su alimentación son pequeñas aves y mamíferos. Su reproducción es desde octubre en adelante, nidifica en cavidades de troncos ahuecados, construyen su nido con pastos secos y musgos, ponen de 3 a 4 huevos blancos y lisos. Cuando el Chuncho es descubierto por las demás aves, no lo pierden de vista ni por un segundo, saben que esa mirada no es de amistad. se acercan y dan saltos de lado a lado advirtiendo su presencia a las demás aves para que no sean sorprendidas, ninguna quiere terminar en sus garras. En la imagen Cachudito (Anairetes parulus) frente a frente encarando al Chuncho.
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Conoció gente que sabía de Doma y distintos tipos de técnicas, con el tiempo empezó a mezclar todo y crear su propio estilo. Luego, pasó mucho tiempo trabajando en Agua Fresca con Pity Rohers, un tipazo y tremendo jinete. Él le enseñó a jinetear y a amansar. Tiempo después en Torres del Paine, conoció a Abdias Puchi y aprendió mucho de él y lo que era la Doma India. Nos cuenta que hace 5 años llegó a la Estancia Asturiana donde trabajo con Piñi, un viejo domador de aquellos, el que con sus enseñanzas y consejos termino de pulir todos los conocimientos adquiridos a través del tiempo. El era un sabedor de caballos, de él aprendió mañas y a ser autodidacta. “Yo no he aprendido, voy aprendiendo día a día de varias personas y los mismos caballos te van enseñando. Para mí, no existe una fórmula mágica, ni matemática para amansar un caballo y tampoco creo que algún domador tenga la formula exacta ni la verdad absoluta. Lo que yo hago es tratar de persuadir al caballo para que confíe en mí. Lo trato con respeto porque ellos en su manada saben lo que es eso, el respeto debe ser mutuo. Todos los días puedes aprender algo, solo con mirar a un caballo suelto en el campo, si buscas bien vas a aprender algo. Hay que tener la paciencia y humildad para mirar un caballo y ver un poquito más que un animal de cuatro patas y cuello largo. Cuando te das cuenta de eso, esto se transforma en un estilo de vida… Nos cuenta que cuando le preguntan en que trabaja, el responde; "Yo no trabajo, hago lo que me gusta" Para mas información sobre doma natural, click aquí.
El fin de semana recién pasado agarramos nuestras mochilas y nos fuimos en busca de un poco de naturaleza. En nuestro recorrido logramos avistar algunos de los habitantes que componen la fauna del lugar... aquí les dejamos algunos registros de las publicadas y también de algunas no publicadas... si tienen alguna corrección o el nombre de alguna que no lo tenga, agradeceremos sus comentarios.
Es un área protegida de Chile que se extiende desde la cumbre Poniente del cerro La Paloma por el Cordón de la Sierra Bella por el cerro Littoria hasta la cumbre del cerro El Plomo que divide la cuenca del río Blanco y del río Olivares. La historia que se ha transmitido hace años cuenta que antiguamente los campesinos que cruzaban por el lugar notaban que cuando sus caballos comían cierta hierba, se ponían inquietos, dando vueltas, saltos y relinchando. Esta extraña situación le habría dado el nombre al santuario de la naturaleza donde hoy se realizan actividades recreativas y deportivas. Es una iniciativa de la Municipalidad de Lo Barnechea, por medio de ProDeportes quienes trabajan para mejorar toda la infraestructura de servicios básicos y caminos vehiculares. De acuerdo a su sitio web, la fauna de este santuario está constituida principalmente por roedores, destacándose la presencia de cururo y degú. También es posible apreciar zorros chilla y culpeo, vizcachas, conejos y liebres. Con respecto a las aves es posible apreciar en mayor cantidad aves menores, las que generalmente están cercanas a los cursos de agua y a la vegetación como becacina, dormilona fraile, chincol, diuca, tórtola cordillerana, turca, fio-fio, minero cordillerano, gallinita ciega, tenca, perdicilla de cojón, cometocino y picaflor gigante. En los lugares más altos y acercándose al glaciar es posible observar con frecuencia águilas, cóndores y otras rapaces. Para mas información sobre el Santuario, actividades y como llegar, visiten su sitio web: http://www.yerbaloca.cl Uno de los principales atractivos de la ciudad de Collipulli (Lomas Coloradas en Mapudungun) es el viaducto del Malleco. Inaugurado en 1890, fue considerado el puente ferroviario más alto del mundo. Su altura máxima es de 102mts. El puente invisible Lo que siempre me ha llamado la atención, es que a pesar de que tiene mas de 100 años, que es el segundo puente mas alto del país y que es paso obligado para quienes transitan la ruta 5 en la región de la Araucanía. Aún hay personas que alegan no conocerlo, dicen que nunca lo han visto, ni han escuchado de el… insólito! No? Lo que es yo, viví gran parte de mi infancia muy cerca de el y tengo muy buenos recuerdos. Con mis hermanos y amigos, nos pasábamos el verano completo en las aguas del río Malleco; por las tardes nos íbamos a caminar al puente, lo cruzábamos y recorríamos los alrededores. En ese tiempo estaba rodeado de bosque nativo, era seguro y tranquilo, hoy en día ese bosque nativo esta reducido a la nada misma, casi el 100% fue reemplazado, principalmente por pino y eucaliptos, y ya no es tan seguro caminar por los alrededores, o al menos es la sensación con la que me quedo después de estas fotografías. Siempre lo he considerado una gran estructura y cada vez que voy a ver a mis padres me doy una vuelta por ahí y hago algunas capturas. Durante esas vueltas me imaginaba fotografías nocturnas, pero no era capaz de hacerlas. Esta vez, con un poco mas de experiencia y tecnica, me di este lujito y a pesar de que (por razones de seguridad) no logré la foto ideal, la que aun tengo en mente, sí logré estas y las comparto con ustedes a manera de homenaje. Es la frase que aunque suene copiada y parecida a otra, pienso que representa fielmente lo que queremos conseguir con nuestro trabajo. Pero como muchos saben, mi estadía en Torres del Paine incluye varias horas de trabajo y muchas veces la falta de tiempo y de recursos como por ejemplo un automóvil, que permita moverme en mis tiempos libres, contribuye a que no siempre este conforme con mis fotografías. Pero también creo que la necesidad trae consigo el ingenio y la perseverancia… y por eso, comencé a recorrer el lugar por las noches en busca de fotografías nocturnas que fueran lo que andaba buscando... Creo que lo encontré y esta es una de esas imágenes. Las Torres del Paine.
La fotografía es, sin duda, la mayor pasión de mi vida y lo que me impulsó a tomar la decisión de venir a la Patagonia a trabajar con caballos, para estar mas cerca de ellos y poder fotografiarlos.
También me trajo hasta aquí mi interés por aprender y llenarme de los conocimientos y experiencias de mis compañeros Baqueanos. Cuando llegué a la Estancia, no sabia mucho, y no es que ahora sea un experto, pero siento que en 4 meses he aprendido muchísimo y me doy cuenta de que cada día que pasa aprendo algo que me hace sentir mas seguro al momento de subirme a un caballo. Hoy puedo decir que ni las caídas, ni el moretón que tuve en mi espalda, ni la hinchazón en la mano a causa de la patada de un nervioso caballo, hacen que me arrepienta de la decisión de haber aceptado este trabajo… No quería que me lo contaran y por eso estoy aquí... viviendo la experiencia. Esta es una secuencia de fotos que muestran “Una loca carrera por la vida” que creo, vale la pena ver… es una escena que se repite a diario en la naturaleza pero que pocos tenemos la oportunidad de ver. Mientras me desempeñaba como conductor para un hotel en el Parque Nacional Torres del Paine, conocí a una familia de Zorros Culpeo, los que comencé a visitar día por medio, de 5:00 a 8:00 de la mañana, durante cuatro meses, esto me permitió observar escenas increíbles de la naturaleza salvaje y aprender mucho más a cerca del comportamiento de estos animales y su entorno.
Esta secuencia la logre después de casi 4 meses, una vez que el grupo comenzó a cazar muy cerca de mí ignorando por completo mi presencia. Ese día fue muy emocionante, nunca me imaginé que los zorros podían alcanzar más de 50 kilómetros por hora en cortas distancias, pero las liebres no se entregaban fácilmente; de cada 5 carreras, en tres las liebres lograban escapar. Una vez que los adultos tenían éxito, los más felices eran los cachorros los que fueron difícil de fotografiar ya que se escondían mucho para comer. Pero cada día seguía intentando hasta que llego mi oportunidad de disparar y captar estas imágenes de acción. Cuando vi salir a la liebre pensé que no tendría oportunidad, pero pasaron corriendo muy cerca y a escasos metros de mi posición, la atrapó, luego, la sujetó con su hocico y camino directo hacia mí como mostrando la presa que traía, según yo, para la foto! (jajaja) e increíblemente, se la comió ahí mismo, fui muy afortunado por eso y también porque el sol salió y la luz mejoro. Una mañana exitosa para los zorros y para mí por supuesto.
Se fueron y no los volví a ver…
En la estancia Torres del Paine, ubicada al interior del Parque Nacional del mismo nombre, existe un cerro, el Cerro Paine, en el que claramente si divisan unas rocas que emulan un hombre parado observando… por lo que muchos lo conocen como el cerro del “hombre parado”
Un día conversando con Brujo, un Baqueano, sobre las posibles rutas alrededor del hotel donde trabajábamos, me cuenta, que la cumbre de este cerro tiene una excelente vista y que sería un interesante lugar para fotografiar. Que no era muy alto, pero que pocos subían por que la ruta presentaba dificultades como, por ejemplo, que no existen senderos marcados fáciles de seguir. Pero me afirmo que él conocía una ruta y que podríamos ir por el día, lo que me pareció una excelente idea... pero mi cara cambió cuando me comenta que su idea era subir a caballo… ufffff… para mí una verdadera locura, ya que hasta ese momento no sabía mucho sobre cabalgatas, de hecho esa sería mi segunda vez. A pesar de eso acordamos que algún día iriamos. Para mí sería una buena alternativa para salir un rato de los atochados senderos del Parque, para Brujo, un regreso… había subido cuando niño, y ahora tenía la necesidad de volver… él se ocuparía de los caballos y yo de la cámara. El día D amaneció perfecto, Brujo estaba con su mochila lista y vestido para la ocasión, en las pesebrera los caballos, Fusil y Chuleta, nos esperaban ensillados, a minutos de nuestra salida nos alcanza mi socia Carla, ella mejor que nadie sabía que yo no tenía experiencia en cabalgatas, me da un abrazo, un beso, un par de tips y antes de irse le pide a Fusil, mi caballo, que me cuide. Le da una palmadita y nos fuimos… hermoso momento! El viaje fue siempre a paso lento y muy silencioso, cada mente hacia lo suyo. En nuestro camino, cruzamos un bosque de Lengas que nos refugiaba del fuerte viento, luego salimos a una pampa y nos detuvimos en un riachuelo que le quito la sed a nuestros compañeros de viaje. La subida fue difícil para mí, para Brujo y los caballos, un día como cualquier otro creo. Brujo sabía que no era un camino fácil para ellos por lo que, en todo momento, mostraba su preocupación por su estado, de hecho, cuando partimos, me dijo que si el veía que un caballo se sentía incómodo, nos volvíamos enseguida. Les hablaba como si se tratara de sus mejores amigos, nos detuvimos varias veces para que descansaran, tiempo que yo aprovechaba para hacer lo mío y tomar algunas fotitos. El clima nos acompañó y nos regaló un hermoso día, de principio a fin, con mucho viento pero bien soleado. Después de varias horas, finalmente llegamos a la cima! Cuando nos bajamos a caminar, yo no podía creer lo hermoso del lugar...Brujo tenía razón, realmente increíble! La vista en 360° era un espectáculo. La fotografía de la semana, es de un momento espontaneo, digno de destacar, un momento “Noble” como yo lo llamo, el momento en el que Cesar, mi amigo, acaricia y agradece a Fusil y Chuleta por el espectacular viaje que nos han regalado. Y a través de esta fotografía y estas palabras yo te agradezco a ti mi querido Brujo… Muchas gracias! Esta es, la primera fotografía con historia que me gustaría compartir con ustedes...
Trabajando en el Parque Nacional Torres del Paine, me entero de un avistamiento de Chunchos. Pase un par de años tratando de verlos, pero al no lograrlo vino la frustración… comencé a creer que esta ave era una especie de mito y cada vez que algún compañero llegaba de excursión y decía "vimos Chuncho", me alegraba, pero me enloquecía saber que estaba ahí para ellos y no para mí. Por alguna razón mi ojo no lograba identificar a este pequeño de 15cms. Hasta que un día…por fin cambió mi "suerte” y este amigo se cruzó en mi camino., me hizo reír, me emociono y me sorprendió increíblemente... ese día, sin buscarlo, lo encontré!. Estaba posado en un tronco haciendo algunos movimientos bruscos y cómicos a la vez, daba la espalda (mostrando el diseño de sus plumas), movía la cabeza y miraba como analizándome, creo que él, al igual que yo, tenía la sensación de ver a una criatura extraña y nueva...claro que en ese momento, él no se veía tan feliz como yo... Me mantuve casi inmóvil por largo rato, observándolo y tratando de fotografiarlo, justo después de la mirada que logre capturar en la fotografía, este pequeño, sin pensarlo dos veces, se dejó caer en vuelo, recorrió unos 10 metros directo hacia donde yo estaba parado, y se posó justo entre mis embarrados zapatos, su vuelo kamikaze me dejo helado, mire hacia abajo y el tipo se estaba comiendo una lombriz. (Seguro que cuando metí los pies en el barro aforaron algunas). Esta acción hizo que se granara lo de “Gran Valiente” Amigos reconozco que lamentablemente mi curiosidad y asombro ante semejante regalo de la naturaleza, mi curiosidad y la ignorancia (en esos tiempos), a cerca del daño que nuestras acciones pueden producir en los animales, no me impidieron agacharme y tomar a este pequeño entre mis manos… ahora, sé que esas son acciones que un amante de la naturaleza no puede permitirse en ningún caso. Para terminar con la historia, lo sostuve por un rato, se veía muy tranquilo, le hice dos fotos con mi celular, le di las gracias por la bella experiencia y luego lo solté. Voló hasta un tronco cercano y se quedó ahí hasta que me fui, desde ese día en adelante, no pare de verlos… ...Ellos siempre estuvieron ahí, en el bosque, entre los arboles...por todos lados, seguro era yo quien no quería verlos! |
FOTORELATOEn este espacio, quiero compartir con ustedes mis fotografías con historia... espero sus comentarios, preguntas o sugerencias. ARCHIVOS
Abril 2017
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